Las mascarillas protectoras son muy útiles para preservar la salud, evitando contagios a terceros y a uno mismo, de enfermedades como la influenza, que se transmiten durante el proceso normal de exhalación de la respiración, por la tos, los estornudos, el catarro y la saliva.
Estas mascarillas ayudan a prevenir esas situaciones, sin cubrir herméticamente las vías respiratorias. Son muy económicas, más aún si se las confeccionan en casa, cuyas instrucciones de cómo hacerlas serán explicadas a continuación, de forma a tener una cerca o prepararla rápidamente cuando sea necesario.
Haciendo una mascarilla o tapabocas casero
Los materiales que necesitará son:
Tela, la cual deberá ser de un tejido que deje pasar el aire, como el algodón o similares. Es recomendable que confeccione unos cuantos, así cuando termine de utilizar uno, lo lave y reemplace con otro limpio. Utilice jabón o detergente natural suave para lavar ropa y un poco de cloro para desinfectar la tela. Si no la lava inmediatamente, límpiese las manos después de removerla del rostro. También requerirá de cinta métrica, aguja e hilo, goma elástica o cordones y un par de tijeras.
Al momento de confeccionarla, deberá cortar el tejido en varios trozos cuadrados, las medidas de los cuales dependerá de la dimensión del rostro, para lo que será útil la cinta métrica. Si no tiene las medidas exactas del rostro, puede recurrir a cortar una medida estándar de 15×15 centímetros para cada pedazo de tela.
Elija uno de los pedazos de tela cortados y hágale los correspondientes dobladillos o pliegues (de 1 cm cada uno), solamente en dos extremos, cuidando a su vez de no coser las puntas abiertas de los mismos, pues por allí deberá hacer pasar la goma elástica o los cordones, que luego servirán para sujetar el tapabocas por el rostro.